No hice registros. El martes –mañana- tengo psicóloga y después me voy a Buenos Aires. En Montevideo hace frío, no sé bien que ropa llevar, Buenos Aires en enero seguro que es un horno. Dedico parte de la tarde a hacer la valija: algún abrigo por las dudas -no quiero pasar frío, y si la temperatura bajó en Montevideo también debe de haber bajado en Buenos Aires- un pantalón, sandalias y zapatos cerrados; vestidos frescos, una pollera suelta, fresca, que sirva para combinar con remeras sin mangas y que también pueda usarse con algún abrigo, elijo unas cuantas remeras, una campera liviana. El notebook, la filmadora, la cámara de fotos, un libro para el viaje. Ropa interior. Colores. A ver, mejor elijo todo en la gama del verde, de los rosas, los lilas, los rojos. Algo negro que siempre sirve. Bijouterie. Brillos rosas, lilas, negros, verdes. Anillos, pulseras, caravanas, collares. Uy, casi me olvido: el neceser con cremas, shampoo, acondicionador, gel de peinar, cepillo y peine, cepillo de dientes, pasta, y todo el resto de cositas que están en el neceser siempre pero nunca uso. Puffffff… me lleva rato hacer una valija. Repasemos: desecho dos remeras que están de más, dos buzos de algodón suave de manga larga –seguro que no los uso. Ocho pares de sandalias... ¿para cuatro días? Es mucho. No me decido cuál sacar. Las sandalias marrones quedan bien con todo; las rosas son super frescas y quedan bien con el vestido negro, si hace calor las voy a extrañar; las negras imposible; las bordadas con rojo y verde y dorado son bien usables. Finalmente, saco las sandalias negras de taco muy alto. Esas solo las usaría si fuera a una fiesta, además son lindas pero incómodas. Creo que está todo. Sí, en la valija me sobra lugar. Agrego un par de medias de hilo y el almohadón inflable para el cuello. Pronto.
Etiquetas: enero 07
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