No hice nada especial, simplemente descansé… me levanté tarde, lavé los platos del día anterior. Julio y yo salimos a caminar con las perras que ya no están más en celo. Caminamos hasta Punta Carretas, hasta el faro. El cielo estaba celeste, de un celeste fuerte, brillante. Aunque el aire estaba bastante fresco el sol calentaba mucho; estaba lleno de gente tirada sobre el césped, disfrutando del sol. Como seguía sin la cámara no hice registros. Fuimos a almorzar a ‘El viejo y el mar” un restaurante que está sobre el mar. Comimos muy bien. Lenguado con salsa de alcaparras y manteca negra.

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