Hoy no pude sacar fotos porque ayer Sofía se llevó mi cámara. Yo misma se la presté. Iba a un asado en Araminda y me pidió la cámara y le dije que sí. Pero la idea era que volvía de noche, al cumple de Ximena. No apareció. Seguro se quedaron en Araminda, y hoy domingo se seguirán quedando ya que el día está divino. Me parece buenísimo. El punto es la cámara. Yo saco fotos, todos los días, si puedo. Bueno, a veces me olvido. Pero este olvido, el de hoy, es forzado. No es un olvido. Y encima en la cámara tengo registros que no bajé a la compu y por consiguiente no puedo subirlos al autorretrato. Decisión tomada: nunca más le presto la cámara a nadie. (Como me conozco bastante no me creo demasiado, seguro que la sigo prestando, enseguida se me pasa la rabia y me olvido de la decisión y de que estuve molesta).
Etiquetas: junio
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