Martín cayó por casa el sábado. También se instaló en el nido un rato. Creo que no se durmió (laguna). Le dije que se hiciera otra copia de la llave, la necesita porque viene mucho y a veces de noche tarde, a dormir.

Hacían falta algunas cosas del supermercado y le dije a Julio que lo acompañaba, tenía ganas de salir, por lo menos a probar. También quería elegir algunas películas en el video club para mirar el fin de semana. Así que me vestí y salimos. Hacía mucho calor, no encontré mis lentes de sol. Recorrimos la rambla hasta el liceo francés –había resolana y me quedé deslumbrada- y después fuimos a Cinemateca. Sacamos 3 películas. Después al supermercado. Julio quería que yo me quedara en el auto pero detesto esperar dentro de un auto. Me da claustrofobia. Y encima me había olvidado de llevar la cámara, si no, hubiera podido pasar un rato sacando fotos. Aparte, es más rápido hacer las compras de a dos. Compramos lo que íbamos a buscar: ravioles, queso, etc. para el almuerzo y nos fuimos. Me sentí cansada. En casa, me puse el pijama y me tiré sobre la cama y me quedé dormida. Ju me avisó cuando estuvieron los ravioles. Comí, estaban super y después me recosté a charlar con mamá que vino ayer de Punta del Este por dos días –ya se fue de nuevo porque Corina y Joso van mañana-; y me quedé frita de nuevo. Me desperté a las siete. De noche igual dormí bien.

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