Seguí mejorando, respirando cada vez mejor. El 10 fue el cumple de Ale. Cumple 21. Cuando llegó me dio un abrazo fuerte. Estaba contento de verme bien. Iban a hacer un asado en lo del Java con los amigos. El Java tiene un parrillero techado, y aunque en esos días yo me moría de calor en el CASMU, parece que estaba helado. Helado de verdad, con aguanieve, menos de 0 grados. Por ese lado, podía considerar una ventaja el hecho de poder estar en un lugar tan calentito. Está bueno encontrar una ventaja en cualquier pequeñez.
Etiquetas: agosto
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