Me pusieron máscara de oxígeno y siguieron con el antibiótico intravenoso. Era un lío porque me arrancaba la máscara. Inconciente, claro, pero la inconciencia muchas veces ayuda a tomar decisiones drásticas. Pero eso provocó al final decisiones más drásticas en ellos, y eso que no estaban inconcientes, eran bien concientes de lo que hacían. Pero creo que estuvieron bien. Por lo menos estoy viva, y eso es muy bueno para Julio y mis hijos, para mi familia en general. Todavía estarían llorando por mi pérdida, y ¿mirá si lo del paraíso es verdad? ¿Y si todos los días podés ver la aurora boreal? Bué, ya nos tocará a todos ver qué hay más allá.
Etiquetas: julio
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
Suscribirse a
Entradas [Atom]